PORTUGAL · Día 4 de 6 · NAZARÉ Y COÍMBRA
[16 Julio 2019]
Nos despertamos y lo primero que hago es comprobar si mi móvil ha cargado bien. «Vale, hoy tenemos GPS fiable». Recogemos nuestras cosas del apartamento y las dejamos en el coche. Antes de abandonar Lisboa para poner rumbo hacia Porto queremos hacer dos cosas: desayunar y visitar el Convento do Carmo del que ya hablamos aquí.
Nos damos el lujo de desayunar contundentemente en Basilio Café (Rua dos Bacalhoeiros), cuya ambientación exótica lo convierte en un paraíso para los modernetes que buscan un brunch. Pero nosotros no hemos venido por eso, sino porque tienen opciones para celíacos. Nos pedimos jugos naturales de frutas —que son enormes; con uno para compartir hubiera valido—, unos tazones de café con leche, huevos revueltos con salmón y una especie de tortitas americanas con plátano, fresa y salsa de avellana. Rico y abundante, con musiquita chill-out y relación calidad-precio no nos parece caro.
Basilio Café (Lisboa): Abundante, rico, muchas opciones para celíacos.

Después del desayuno nos dirigimos por última vez al centro histórico de Lisboa, en dirección al CONVENTO DO CARMO, pero este monumento que tan interesante nos había parecido en el free-tour se nos resistió hasta el final. El primer día se nos hizo tarde, el segundo estaba cerrado por ser domingo y el tercero nuestra alarma interna de «Algo va a pasar» se enciende y con razón. Toda la periferia está llena de gente porque hay una procesión religiosa de policías a caballo, y en la taquilla nos dicen que no saben cuándo acabará. Aceptamos la derrota y finalmente abandonamos la preciosa Lisboa.
Paradas interesantes entre LISBOA Y PORTO (empezando por el sur):
- ERICEIRA: Pueblo de pescadores con casitas azules y blancas.
- ÓBIDOS: Ciudad amurallada con un castillo medieval.
- PENICHE: Localidad costera de aguas claras y una curiosa fortaleza a nivel del mar (Fuerte de San Juan Bautista de las Berlengas).
- NAZARÉ: Playas con cultura pesquera y surfera.
- COÍMBRA: Ciudad universitaria que llegó a ser capital de Portugal.
- COSTA NOVA: Destino amado por instagramers gracias a sus casitas de colores al lado de la playa.
- AVEIRO: Ciudad surcada por canales, conocida por ello como «la Venecia Portuguesa».
Nosotros, que solo tenemos un día para hacer el trayecto Lisboa-Porto (314 km), decidimos parar en Nazaré y Coímbra. Por otra parte el cielo amenaza algo de lluvia y nuestra idea de bañarnos en playas turquesas se empieza a desvanecer.
Llegamos a NAZARÉ en hora y media con mucho menos tráfico que el día anterior. Peaje 7,05€. Después de surcar sus calles en pendiente de arriba a abajo, acabamos aparcando en segunda línea de playa no muy lejos de la Oficina de Turismo.

NAZARÉ es una villa costera que tiene el Récord Guinness de la ola más grande del mundo jamás surfeada (un surfista hawaiano logró el título coronando una ola de 23,8 metros, pero en 2015 otro tío francés lo superó surfeando otra de 33 metracos). Buscad en YouTube y alucinad.
Su Praia do Norte es conocida como uno de los mejores enclaves para surfear en Europa y se debe al cañón submarino de Nazaré, una depresión bajo el agua de hasta 5 kilómetros de profundidad que genera olas enormes.

Otro punto clave de la identidad de Nazaré es que tiene muchísima tradición de pesca; de hecho, lo primero que se ve al llegar a sus playas son multitud de embarcaciones pesqueras y señoras exhibiendo el tradicional «Peixe Seco». El pescado seco es uno de los método de conservación más antiguos usados por el hombre, pues permite mantener la comida durante mucho tiempo.
El proceso consiste en destripar el pescado, ponerlo en salmuera —agua con alta concentración de sal; antiguamente se hacía directamente con agua del mar— y finalmente extenderlo sobre redes de pesca para que circule el aire y se seque. En Nazaré hay un Museo del Pescado Seco al que no tenemos tiempo de ir pero que puede ser interesante.
Se acerca la hora de comer y todas las calles destilan deliciosos aromas a pescado cocinado de diversas formas, pero esta vez no nos dejamos guiar por el hambre. Consultamos TripAdvisor y localizamos un garito que pasa totalmente desapercibido y que acaba siendo un éxito: «O Fogacho».

En esta pequeña tasca llevada por una familia cubana cocinan a la vista del consumidor. El personal es muy amable, el sitio es auténtico y humilde, la comida es abundante, barata y está buenísima… Pedimos bebida, surtido de pescado y carne grelhados —lo que viene siendo a la parrilla— y todo acompañado por arroz, ensalada y patatas nos cuesta 23€ más que bien invertidos.
O Fogacho (Nazaré): Sitio humilde con comida rica y barata. Además no está abarrotado y se encuentra a cinco minutos de primera línea de playa. Eso sí; no han oído hablar de la celiaquía y nunca pondría la mano en el fuego por la ausencia de contaminación cruzada, aunque en la plancha no vimos nada que llevara gluten (todo pescado fresco).

Paseamos por la playa de Nazaré para bajar la comida mientras disfrutamos de la brisa marina. Por un rato nos planteamos acercarnos a la Gruta do Forno de Orca; una cueva natural erosionada por el agua que se encuentra cerca de la famosa Praia do Norte (la de las olas gigantes), pero leemos que el acceso no siempre está disponible por su dependencia de la marea así que decidimos seguir con la ruta planeada.
En hora y cuarto llegamos a nuestra próxima parada: COÍMBRA. Peaje 8€. Aparcamos cerca del Mercado Municipal, en un parking público donde metemos 1,60€ para unas 2 horas. De ahí caminamos unos 15 minutos hasta llegar a un centro histórico en cuesta arriba permanente. Por cierto, el sol que se había ocultado quitándonos las ganas de baño en Nazaré decidió salir esplendoroso para acompañarnos en nuestra visita turística cuesta arriba.

COÍMBRA es la tercera ciudad más poblada de Portugal y su fama reside en torno a su Universidad, que es la más antigua de Portugal —con más de 700 años— y de las más antiguas de Europa. Sus múltiples facultades se encuentran dispersadas entre las callejuelas y un marcado ambiente universitario impregna el lugar; se podría decir que esta ciudad es la Salamanca portuguesa. Coímbra fue capital del país hasta el siglo XIII, cuando se trasladó a Lisboa.

La Universidad reside en la parte más alta de la ciudad. Su núcleo histórico se sitúa en el PAÇO DAS ESCOLAS (Palacio de las Escuelas), llamado así porque se construyó en el siglo X como Palacio Real, pero fue abandonado y en el siglo XVI se reformó para instalar en el mismo las facultades de la Universidad.

Los puntos más llamativos de esta majestuosa plaza son la Torre del Reloj —se puede subir a su mirador desde el cual se obtiene una panorámica de la ciudad—, la Vía Latina —un elegante pórtico con escalinatas que parece la entrada principal de todo el complejo—, y la Biblioteca Joanina —considerada una obra cumbre de la arquitectura barroca portuguesa y una de las bibliotecas más importantes de Europa.
Aunque nosotros no entramos, se venden entradas por 12€ (10€ estudiantes) para acceder al interior de todos estos sitios; mucha gente destaca la famosa biblioteca como algo imprescindible.
Como dato curioso, la Torre del Reloj cuenta con dos campanas: una grande, reservada para días significativos, y otra pequeña, llamada «La Cabrita», que se usa para dar comienzo a las clases en la Universidad. Se nos dijo más tarde que la pequeña ha sido robada varias veces por los alumnos para no tener que ir a clase. Muy listos los conimbricenses.

Vemos a muchos estudiantes con capa negra; al principio pensamos que son turistas disfrazados pero resulta que no, que es el uniforme tradicional de la Universidad de Coímbra. Antiguamente se utilizaba para ir a clase pero hoy en día se reserva para graduaciones, novatadas… Y algunos alumnos se lo ponen para hacerse fotos con turistas y ganarse unos dinerillos para la matrícula del próximo curso. Esta vestimenta sirvió como inspiración para la escritora J. K. Rowling, que vivió varios años en Portugal y utilizaría un diseño parecido para los uniformes de los alumnos de Hogwarts en sus libros de Harry Potter.
Ya que hablamos de esta saga, en la Universidad de Coímbra fue estudiante de Derecho y profesor de Economía el mismísimo Salazar, quien se acabaría convirtiendo en un Dictador de Portugal desde 1926 a 1974 —recordemos, la Dictadura más larga del siglo XX en Europa— y en el que se basaría la escritora para el personaje de Salazar Slytherin. A este señor se le debe la construcción de la parte nueva de la Universidad (Universidad Nova), para lo cual derruyó parte de la tradicional y valiosa parte vieja (Universidad Velha).
Los universitarios de Coímbra adquirieron un papel activo en la lucha contra la dictadura en la Crisis Estudiantil de 1969, durante la cual repartieron panfletos y flores y se manifestaron por toda la ciudad, vestidos con las clásicas capas negras como forma de rebelión al régimen salazarista. El país aún tuvo que esperar hasta 1974, cuando la Revolución de los Claveles acabó con la dictadura y restauró la democracia en Portugal.

Seguimos caminando por la Universidad Nova, donde nos resultan interesantes las Facultades de Matemáticas y Medicina debido a sus estatuas y grabados en relación a los contenidos que imparten. En menos de 10 minutos llegamos a los restos de un acueducto romano llamado Acueducto de San Sebastián y nos relajamos paseando en el fresco y sosegado JARDÍN BOTÁNICO DE COÍMBRA.

Como hemos entrado por el acueducto, decidimos salir por otra parte para acortar y aparecer directamente en la parte vieja de la Universidad. Sale bien la jugada, pero para ello tenemos que subir unas cuantas escalinatas y rampas que nos hacen preguntarnos cómo es posible que todo esté cuesta arriba en esta ciudad. Justo al salir del Jardín Botánico hay unas bonitas vistas de la ciudad partida en dos por el río Mondego.
Posteriormente a nuestro viaje he descubierto que al otro lado del río está también el Jardín de la Quinta das Lágrimas, con especies botánicas de todo el mundo. Cobran entrada pero tiene pinta de ser muy bonito.
Callejeamos hasta llegar a la CATEDRAL VIEJA, ubicada en una tranquila y agradable plaza donde nos tomamos unos helados antes de partir hacia Porto (Oporto, pero se nos pegó el nombre portugués).

Regresamos a nuestro coche (¡al fin bajando!) y arrancamos. Menos de hora y media y un peaje de 7,30€ nos separan de nuestro destino.
Aprovecho el blog para proponer una parada que promete ser interesante y que acabo de descubrir dos años después: Mata Nacional do Buçaco (Bosque de Busaco), a medio camino entre Coímbra y Porto sin mucho desvío. Lo describen como un bonito monasterio benedictino en medio de un bosque encantado.
Disfrutamos del atardecer desde el coche tirando de Spotify y merendando fruta hasta que llegamos a Porto, donde conseguimos aparcar en el mismo callejón de nuestro alojamiento:
- Alojamiento: Apartamento SAO LUÍS.
- Encontrado con: Booking.
- Dirección: Rua de São Luís (Oporto).
- Precio: 97,80€/persona (3 noches).
A primera vista no parece lo más acogedor del mundo pero acaba siendo inmejorable por su ubicación céntrica y el trato amable del casero, James, apasionado de la ciudad y portuense de pura cepa (aunque no lo pareciera por el nombre). Nada más llegar nos regala un mapa de Porto y una hora de recomendaciones turísticas, gastronómicas, fotográficas, lúdicas y hasta musicales. Sus consejos nos convencen para eliminar Braga de nuestra ruta y dedicar más tiempo a Porto.

Al acabar nos damos cuenta de que son las 22:30 y James nos dice que las cocinas de los restaurantes estarán cerradas, así que acabamos cenando una tabla de quesos con vino de Porto en un Food District que hay a pocos minutos.
Food District (Oporto): Es una cadena y únicamente tienen tablas para picar, pero es una buena opción si te encuentras con los restaurantes cerrados.
Volvemos al apartamento y nos dejamos caer en la cama hasta el día siguiente.
***
>> La cuna de Portugal y la aldea que le dio nombre: GUIMARAES y PORTO.